El voluntariado es algo que se vive y se siente.
Un voluntario es aquel que entrega su corazón en cada visita a la comunidad. Es una persona amable y generosa, que vive la caridad en cada paso de su vida. Que tiene a Jesús en el corazón y lo comparte a las almas más necesitadas. Que trabaja junto a las Hermanas para convertir cada casa en un verdadero hogar.