"Vuestra Institución fue fundada en el Corazón de Jesús, porque de allí ha venido la caridad sobre la tierra, y de allí deben extraerla para ustedes y para los demás".
Don Orione acerca de las primeras Hermanas
"Vuestra Institución fue fundada en el Corazón de Jesús, porque de allí ha venido la caridad sobre la tierra, y de allí deben extraerla para ustedes y para los demás".
Don Orione acerca de las primeras Hermanas
Desde nuestra fundación, realizada en 1915 por Don Orione en Tortona, Italia, cada una de las Hermanas es guiada por La Divina Providencia para plantar las semillas de la caridad orionita alrededor del mundo.
Las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad y las Religiosas Sacramentinas Contemplativas no Videntes estamos totalmente consagradas a Dios en el ejercicio del amor, la fe cristiana, reflejado en nuestras obras de misericordia, corporales y espirituales.
Formamos parte de la Provincia Religiosa Nuestra Señora de Guadalupe, que abarca a la Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, siendo Roma nuestra Casa Madre
Alrededor del mundo tenemos presencia, a través de obras, comunidades y servicios, en América del Sur, Asia, África y Europa.
Evangelizar y servir a los pobres, a los más alejados de Dios y a los hijos del pueblo para que conozcan el amor de Jesucristo, reflejado en las enseñanzas cristianas y en cada una de nuestras obras.
Se anclan a partir de lo que Nuestro Fundador, San Luis Orione, nos legó como Congregación durante su paso por la Tierra.
Cada persona encuentra en nosotras una hermana en Jesucristo y una madre. Creemos en el círculo virtuoso entre quien se enriquece con el dar y el que ve mejorada su calidad de vida en el acto de recibir.
Sentimos la presencia permanente del Señor y vivimos unidas, en el sentido más noble de esa palabra, practicando la humildad, la paz y el perdón.
Es la expresión que sintetiza los cuatros grandes amores de Don Orione que marcaron todos los aspectos de su existencia.
Es el eje que nos guía y nuestro centro. Fuimos fundadas desde su corazón y de Él tomamos su justicia y caridad que practicamos entre nosotras y para los demás.
A través de Nuestra Madre llegamos a Jesús. Estamos consagradas a Ella para seguir el camino de Dios por medio de la oración, humildad y sencillez.
Es Nuestro Credo y “el Dulce Cristo en la Tierra”. Servimos en el amor dulcísimo a la Santa Iglesia, a los pequeños y los abandonados.
“Ustedes son Misioneras, que quiere decir siervas y evangelizadoras de los pobres, porque en los pobres ustedes sirven, consuelan, aman a Jesucristo”. (Don Orione).
(San Luis Orione)